Es curioso que en los otros dos países con quienes también compartimos península, (los microestados de Andorra y de Gibraltar), ya no se fuma en ningún espacio cerrado, por lo que ya están tardando los portugueses en modificar su ley actual.
Daros cuenta que esto tiene cierto impacto negativo, ya que por ser el país vecino es proclive a ser visitado con asiduidad.
Seguro que más de un madrileño forofo futbolista (de la escuela prohumos que Doña Croqueta Fumaguirre tanto ha promocionado) acudió hace unas semanas a la final de la Champions en Lisboa y vino contento tras haber hecho un viaje en el tiempo y haberse encontrado rincones apestados de humo dentro de bares y restaurantes portugueses.
Reflexiones parecidas se pueden hacer también sobre Marruecos.
