Manuel Serrano Piqueras (1878-1972) obtuvo el título de ‘Licenciado en Medicina y Cirujía’ (con jota) en 1901, firmado por la reina regente María Cristina en nombre de su hijo, Alfonso XIII. Lo tiene expuesto en su clínica de Jaén su nieto, el también doctor Manuel Serrano González, especialista en Aparato Digestivo. Junto el título académico se halla la tesis doctoral de su abuelo, titulada ‘El tabaco y el organismo’, probablemente una de las primeras tesis que alertaba de los efectos del tabaquismo, si no la primera.

La leyó el día 12 de junio de 1911 en el Real Colegio de San Carlos, en Madrid, ante un tribunal de profesores de la Facultad de Medicina de la entonces Universidad Central de Madrid. La tesis, que fue impresa en la Tipografía La Unión de Jaén (sita en el número 18 de la calle Álamos), aunque desfasada hoy en día en algunos aspectos, es un material curioso sobre los perjuicios del tabaco que ya se observaban.

El doctor jienense trabajó como médico interno por oposición en hospitales madrileños y conoció directamente los estragos que causaba el tabaco. Él mismo los padeció pues fumó desde los 10 hasta los 30 años. «Una angina de pecho tabáquica me avisó del peligro en el que estaba», llegó a reconocer. «Noté que se me descompuso el organismo hasta tal punto que no tenía ningún órgano que funcionase normalmente. Después me convencí de no había sido un hombre completo hasta que no dejé el humo».

Fundó y presidió en el año 1946 la Liga de No Fumadores de España y fue promotor de la Lucha Antitabáquica Mundial. «El vicio del cigarro no debió ser nunca admitido en sociedad como costumbre tolerada. Introducido, ahora resulta más difícil desplazarlo», afirmó a mitad del siglo pasado.

El 1953 publica ‘Tabaquismo o peste azul’, con al antetítulo ‘Lo que dice la ciencia’, que es un compendio sobre el tema, de casi cuatrocientas páginas, y en el que disecciona «el cáncer en los tabacómanos». Además de hablar de la historia y la sinonimia, su principal capítulo está dedicado a lo que llama ‘Modalidades del envenenamiento’, tales como la ‘intoxicación aguda y crónica’, la influencia del tabaquismo en los aparatos digestivo, respiratorio, circulatorio, nervioso, urinario y genital, así como en la herencia y en los ‘órganos de los sentidos’, su relación con la delgadez y ‘el hábito del tabaco y el deporte’.

Va incluso más allá y en dicho libro aborda ‘el aspecto social del tabaquismo’, llegando a relacionarlo con la ‘relajación cívica y moral’. Con apartados de tanta actualidad hoy como el titulado ‘De cómo los fumadores nos hacen a todos víctimas del tabaco’. E incluso se adentra en aspectos económicos relacionados con el hábito de fumar: ‘El tabaquismo y los intereses creados’.

Sobre el perjuicio que el tabaco tiene para los no fumadores dijo esto en la revista ‘Dígame’: «Por razón de cultura el cigarro desaparecerá de la convivencia social. Es intolerable que en los transportes, por ejemplo, los fumadores nos obliguen a transigir en el humo de sus cigarros».

Dirigió la revista ‘Trozos de Higiene’, que se vendía entre 1,25 y 2 pesetas. Un ejemplar de 1947 lo tituló de forma expeditiva ‘La barbarie y la civilización, niveladas por el tabaco’; e ilustró su portada con un dibujo de tres personas fumando tumbadas en el suelo, una con rasgos simiescos, otra de un hombre de la época y una tercera, también en traje de baño, de una mujer con tacones fumando con boquilla larga. Incluso publicó ‘Cuadernillos para dejar de fumar y desintoxicarse’, casi un siglo antes de la actual proliferación de métodos para poder dejarlo.

En el año 1949, le hicieron la siguiente pregunta en el diario Pueblo: ‘¿Cree que la Liga de No Fumadores llegará a desterrar el tabaco?. «Indiscutiblemente», contestó el doctor Piqueras.

Don Manuel falleció en 1972 sin ganar ninguna de sus batallas… Ahora, el tiempo ha terminado dándole la razón.

Homenaje

En marzo de 2014, el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y la asociación Nofumadores.org homenajearon al Dr. Serrano Piqueras como precursor del movimiento que, cien años después de que el doctor presentase su tesis doctoral, desembocaría en la normativa que, en aras de preservar la salud pública, vetaría el consumo de tabaco en todos los espacios públicos cerrados y algunos abiertos, así como prohibiría su publicidad, promoción y patrocinio en todos los medios.

El Dr. Serrano Piqueras fue un científico adelantado a su tiempo que, pese a luchar contracorriente y con la incomprensión de la mayoría de la sociedad de su época, consiguió reunir a más de 5.000 socios en la Liga de No Fumadores de España, todo un éxito en ese momento.

El CNPT y Nofumadores.org, herederos de las vertientes científica-médica y social-ciudadana del trabajo del Dr. Serrano Piqueras, le rindieron homenaje e hicieron entrega de una placa conmemorativa a su hijo, D. Juan Serrano Peña, que, a su vez, entregó el legado documental digitalizado de su padre para su libre difusión a quien pueda estar interesado en su obra:

Acceso al legado documental del Dr. Manuel Serrano Piqueras