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En las paradas de autobús de Madrid, y en las de cualquier otra ciudad de España, nos concentramos generalmente muchas personas en un espacio muy reducido, y casi siempre techado. Es de sentido común y de civismo que si estamos varias personas nos vemos obligadas a estar muy cerca unas de otras, nadie tenga que respirar humo de tabaco contra su voluntad. Lamentablemente, está demostrado que no podemos dejarlo al sentido común, la educación y el respeto: es necesario establecer una normativa para que salvaguardar el derecho a la salud de todos.

Ningún usuario del transporte público debería ser fumador pasivo. Ni los niños, ni las madres embarazadas, ni las personas con dificultades respiratorias, nadie. Ninguno deberíamos tener que respirar humo de tabaco involuntariamente en una parada de autobús. Es inaceptable que, especialmente si está lloviendo y tienes que protegerte a ti o a tus hijos de la lluvia, que tengas que estar compartiendo el humo de tabaco.

Además, seguramente habrás sido testigo de la cantidad de fumadores que apuran el cigarro hasta el último segundo, incluso echando la última calada ya subiendo al autobús y exhalando el humo dentro del autobús (y por ende tirando la colilla encendida a la calle). O que los propios conductores de la EMT estén fumando al lado de la puerta del autobús, o incluso dentro del autobús durante sus descansos. Los usuarios no tienen por qué subir a un autobús donde se ha fumado, ni estar expuestos al humo de tabaco de segunda y tercera mano (el que se queda en las superficies del autobús por el humo de tabaco generado). La Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, (en adelante Ley 28/2005), prohíbe en su artículo 7.p), fumar dentro de cualquier medio de transporte. Asimismo, los artículos 9.f), 17 y 21 del Decreto 206/2000, de 14 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento de Viajeros de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid, Sociedad Anónima (en adelante Reglamento de Viajeros de la EMT de Madrid), hacen referencia a que los autobuses deben estar en condiciones adecuadas de higiene, circunstancia que no se produce si los conductores fuman dentro del vehículo.

Y por supuesto, aunque ninguno lo admita, la inmensa mayoría de los fumadores siguen tirando las colillas al suelo.

El derecho a fumar no está recogido en ninguna legislación nacional o internacional, y sin embargo el derecho a la salud forma parte de los derechos fundamentales de los estados de derecho. Actualmente existe una amplia mayoría de la sociedad que exige la ampliación de los espacios libres de humo de tabaco, para que se reduzca la exposición pasiva al tabaco, la segunda causa de muerte evitable en el mundo. De hecho, el 64,1% de los españoles, tanto fumadores como no fumadores, está a favor de prohibir fumar en lugares públicos al aire libre, según puso de manifiesto la Encuesta de la Semana Sin Humo, realizada por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc).

La Empresa Municipal de Transportes de Valencia trabaja en un borrador de un nuevo reglamento para prohibir fumar en las paradas de autobuses, debido al gran número de quejas de los usuarios del transporte público. El Reglamento de Viajeros de la EMT de Madrid tiene ya 18 años y no ha incorporado ninguna medida desde la aprobación de la Ley 28/2005.

Por eso, Nofumadores.org te pide que firmes para que

  • el Gerente de la EMT, Alvaro Fernández Heredia,
  • la Presidenta del Consejo de Administración de Empresa Municipal de Transportes de Madrid, Inés Sabanés Nadal, y
  • el Excelentísimo Señor Alcalde del Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida,

modifiquen el Reglamento de Viajeros de la EMT de Madrid para que se prohíba fumar en las paradas de autobús, con o sin marquesinas, con un perímetro mínimo de 2 metros; y que establezcan el correspondiente régimen sancionador para que resulte una medida de efectivo cumplimiento. También solicitamos que la EMT tome medidas efectivas para evitar que los conductores fumen dentro de los autobuses o en el acceso inmediato a los mismos.

De esta forma podremos esperar, subir y descender del autobús en la ciudad de Madrid sin tener que respirar humo de tabaco ni tener que alejarnos de la parada de autobús.

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